Hoy la pesca ha sido en un paisaje idílico de alta montaña, naturaleza y aguas cristalinas, en busca de las grandes truchas del embalse de Cavallers.
Montado el aparejo de seca, enseguida aparece la primera sombra. Mosca oscura del 16 y bajo del 10. La tensión sube, las fauces blancas se abren y engullen la seca. Pelea, tira y afloja, pero al final con suerte sacamos el primero de los monstruos de las profundidades.
El alumno sigue sorprendiéndose con la pesca a trucha vista y con la diferencia en los resultados cuando consigue un buen lance y una buena presentación.