A comienzos de esta primavera ha dado inicio oficialmente mi temporada de pesca de este año.
Dado que mi trabajo no me deja mucho tiempo libre no puedo bajar mucho al río (que es donde están los gordos), así que me he acercado a una charca cercana a ver si caía algún que otro bass.
La verdad es que no se ha dado nada mal, en un par de días y con el gusto de probar varios señuelos han picado algo mas de veinte, ninguno de ellos ha sido muy grande, casi todos "cuarterones" (no se si los llamais también asi por ahí), pero me ha hecho especial ilusión. ¿Por qué?
Pues tenemos que irnos a agosto del año pasado, cuando, por esas cosas que tiene la vida, un colega de pesca, y padre de una de mis amigas más cercanas, falleció en un accidente de coche.
Compartí con él muchos ratos, hablando de música, echando unas cervezas y pescando o hablando de pesca desde que era pequeño, hasta siendo directivos de la sociedad de pescadores de nuestro pueblo.
Fue un mazazo para todos, como es comprensible, y su familia decidió legarme su equipo de pesca.
Con una de sus cañas, carrete y señuelos fui a la charca y, bueno, no saqué ni los mejores ni los más grandes, pero si los primeros con el equipo de un buen amigo que ahora estará presente en todas las jornadas.
Paco, estos van por ti!!!
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