Os contaré como llegué hasta el carpfishing.
Tengo 45 años y aprendí a pescar siendo muy niño en el mar, en Mallorca, que es la tierra de mi madre y donde he veraneado siempre. Pescábamos pequeños peces desde muelles y desde las rocas de la costa, luego llegó la pesca desde embarcación (pero una cosa humilde, nada de túnidos ni dorados ni pargos gigantes…) Con 18 años, pesqué por primera vez en agua dulce gracias a la amistad con un compañero de la universidad. Jornadas tras el lucio en Castilla la Mancha. Frío, risas y bolo tras bolo nunca pesqué un lucio ni ninguno de mis compañeros. Antes había, era la frase más repetida. Ahí empecé a darme cuenta de que el agua dulce era otro mundo superexigente, supertécnico, con especies recelosas, no demasiado abundantes y que además requerían fuerte desembolso económico y altas calidades de material para “intentar” pescar. Luego apareció el black bass, y me volqué en el durante años. Desde la orilla, con un equipito de spinning modesto y unas cajitas de cucharillas y de señuelos rígidos, iba sacando algunos peces, un par de ellos grandes, quizás tres y el resto de medianos a pequeños… el pantano de San Juan, a 75 Km de Madrid donde yo vivo… de vez en cuando tentar a los barbos, y algunos cogimos. Igualmente, pesqué carpas por primera vez en el río Manzanares, a su paso por Príncipe Pío. Por primera vez, pesqué un pez gordo, era demasiado fácil pescarlos con trozos de pan a flote. Había que pelearlas y era muy entretenido. Pero poco más.
Una presión creciente de pesca del bass (Yo creo que se puso demasiado de moda), el no poder competir con la gente que tiene barcas, patos hinchables etc… se tradujo en descenso alarmante de tallas, bolos cada vez más frecuentes, y además da la sensación de que ya sólo quieren entrar a exquisitos montajes Texas que a mi sinceramente se me dan fatal y me han dado muy poquitas capturas. Según me casé y tuve a mi hija, dejé la pesca casi del todo. Sólo salía a pescar un día al año con mi sobrino y mi hermano en Mallorca, como un ritual, o a marcarnos un bolazo intentando sacar un bass en San Juan.
Pero la pasión por la pesca no muere, y en septiembre de 2023 tras un visionado de videos de pesca en internet, me piqué y una mañana me fui a Valmayor con una vieja caña Grauvell Lure-cast de 3,60 telescópica, oxidada y a la que le falta el revestimiento de la anilla grande, un carrete Shimano Alivio que compré en su día para los barbos y las carpillas del Manzanares y unos montajes Hair rig ya prefabricados que tenía desde hacía 20 años de una vez que fuimos los de la universidad a intentar pescar carpas a Almoguera (Que fue un bolo más del museo de bolos que tengo…). Monté el equipo con un cebador, hice engodo de Monster crab y usé unos boilies de lo mismo, pequeñitos combinados con maíz de lata. Pincho de hierro, y nada más. Espartano hasta decir basta. Una mañana entera sin noticias de los peces. A eso de las 14, me fumaba un cigarro absorto en mis pensamientos, agotando el plazo que me había dado de veinte minutos y empezando a sufrir el bolo que se estaba ya cantando, cuando la vieja caña se flexionó chirriando y el tambor del carrete empezó a soltar hilo a velocidad de vértigo. Con el corazón a mil por hora empuñé la caña y comencé a luchar contra aquel pez, con un equipo inadecuado, viejo, destartalado y lo que es peor, con una técnica apenas trabajada por un pasado pesquero muy sufrido y poco premiado. Aquello era simplemente brutal, no paraba de sacarme hilo que yo recuperaba para volver a perder en las furiosas acometidas del pez. Yo disfrutaba como un niño notando su fuerza pero todo el rato temía por una catastrófica rotura o que se metiera debajo de un tronco flotante que había en mitad de la cala desde donde yo pescaba. De repente la vi por primera vez y vi esas aletas redondas y esa gran cola anaranjada… ¡¡Menudo bicharraco!! Y pelee con aquella carpa hasta sacarla, de mala manera por que no me cabía en la sacadera inadecuada que llevaba, como todo menos mis ganas. Si, la arrastré hasta vararla en la orilla y poder desanzuelarla (En este momento me pitan los oídos por los improperios que me dedican algunos lectores, pero fue así y no lo voy a ocultar) era una carpa royal que a mí me pareció enorme en ese momento (No sé si pasaría de los 4 Kg, ni tenía báscula, ni todavía la he comprado casi un año después). Me temblaban las manos y apenas le tiré dos o tres fotos en la orilla, exhausta y rápidamente la devolví al agua. En ese momento, no sabía que había hecho algo parecido al carpfishing (Si, sin cuna, sin sacadera en condiciones, sin desinfectante, sin rod pod, sin alarmas, sin carretazo, sin nada de nada… pero había pescado una carpa grandecita) pero ya estaba enganchadísimo y había caído en la fiebre del carpfishing, que me dura hasta hoy.
Casi un año después, he empezado a reunir equipo adecuado, y después de 10 meses de bolos uno detrás de otro en distintos escenarios (ríos y pantanos), ayer conseguí pescar dos carpas muy majas de Valmayor (No estaban nada mal, podéis ver las fotos en mi perfil) y se me escapaba una tercera al filo de la sacadera. Había estrenado de una maldita vez las cañas, los carretes y las alarmas (¡¡Qué ilusión escuchar las alarmas pitando como locas, pescar con cañas y carretes en condiciones y con tus propios montajes!!) y por fin hacerme la dichosa foto de carpfisher, eso si, sin mirar a los peces con caritas ni haciendo trampas de postureo para que parezcan más grandes.
Quiero terminar mi reflexión pensando en los cientos de videos que he visto durante un año prácticamente, las horas que he perdido pasando y repasando catálogos online de material, comprando lo que he podido sin tirar la casa por la ventana, y saliendo a comer bolos como un campeón sin desmoralizarme, porque no dispongo sobre todo de tanto tiempo como para salir ni un par de veces al mes. Reflexiones sobre esta modalidad de pesca:
- 1) Hay que dedicarle muchíiiiiiisimo tiempo o no pescas nada. Mejor no tener familia, o que tu familia y tus amigos estén tan obsesionados con la pesca de carpas como tú. Igualmente, hay que tener tiempo para ir al pesquil entre semana y cebarlo.
- 2) Hay que intentar hacer jornadas de pesca de varios días y acampar en la orilla, por que los peces entran de noche. De día pican las más tontas, se ve, o ni eso, bolo, bolo y más bolo
- 3) Hay que tener un trastero en condiciones, porque en una casa normal, no cabe todo lo que necesitas para pescar al carpfishing ortodoxo
- 4) Debes tener una nevera congelador solo para mantener los cebos en condiciones, si no, apestas todo, y se estropean, y no son baratos precisamente.
- 5) Debes tener un coche enorme, una furgoneta o incluso las dos cosas y un remolque
- 6) No puedes improvisar nada de nada, tienes que lanzar la caña en un calvero perfecto donde no haya algas y quede el cebo presentado como en un restaurante de lujo. Esto quiere decir, que necesitas un barquito cebador, una bote neumático de remos/motor eléctrico y una sonda con GPS, porque si no… bolo, bolo, bolo y más bolo
- 7) Europa, está llena de lagos y ríos idílicos poblados por enormes carpas que ya no paran de crecer excepto la cabeza, que se les queda pequeña. Además, hay esturiones, carpas herbívoras, tencas, bremas y carpines de 1,5 Kg por si falla lo gordo. Todo está verde, hay nenúfares, embarcaderos… una gozada.
En España, hay pantanos medio secos, ásperos, pedregosos, sin sombra, con aguas de color chocolate o verde guisante. Si el agua está transparente, las algas miden tres metros y llegan casi a la superficie, con lo que sin barca y sin sonda… bolo bolo boloooooo.
- 8) Pero si no te rindes y no te puede la tontería ni el desánimo, el día que pescas lo gozas y recuerdas por qué no lo has dejado ya, por qué no te pasas al feeder (El feeder está lleno de carpfishers arrepentidos… he leído por ahí) y por qué vas a seguir aprendiendo para disfrutar más
Ayer conseguí pescar y me lo pasé en grande. Podéis ver mis fotos publicadas, sólo tengo esas dos. Ya llevo Betadine, uso un cacho de cortina de ducha vieja como moqueta de recepción, y estoy viendo precios para comprar una sacadera grande y no sudar la gota gorda para sacarlas con la plegable del Decathlon… no soy el mejor ni lo pretendo, no he ido ni a Orellana ni a Mequinenza, no tengo tiempo, mucho menos para ir a Francia, tampoco voy a comprar el biwy, ni el vadeador de 100 euros, ni los barquitos y barcos, ni la sonda tampoco… pero voy a seguir pescando lo que pueda y como pueda, al lance, haciendo mis mallas de PVA. No puedo practicar un carpfishing digno de youtube de esos con banda sonora de Deep House Chill out, con drones etc. No creo que inscriba mi nombre en un registro de records y voy a pescar un 95% menos de lo que debería si cumpliese los preceptos carpfishers, pero ese 5% al que pueda acceder, lo voy a gozar y espero que lo podáis ver.
Espero que nadie se haya sentido ofendido o insultado, me encanta tirar de ironía incluso conmigo mismo. Parece que ser un buen carpfisher es como el que va al gimnasio, se pone cachas y además tiene tiempo para limpiar, cocinar, jugar con los niños… y no pone excusas baratas. Viendo los videos ves que alguno vive directamente de esto y está esponsorizado, con lo que vive vestido de camuflaje y con el olor a robin red en sus manos de manera perenne. Los videos son superentretenidos pero hay que cogerlos con pinzas. A mi, sólo me interesan los que enseñan algo, los lucimientos ya me aburren y no me aportan nada. Haré lo que pueda y lo que me apetezca.
Viva la pesca, viva el captura y suelta.