No es un embalse que suela transitar habitualmente, más bien lo visito una vez al año con la intención de divertirme y probar materiales y cebos con sus fuertes carpas royales.
Es un embalse con una media de peces de entre 4 y 6kg normalmente, muy raramente se pueden conseguir ejemplares que superen los 10kg.
Este día comenzó raro, las picadas estaban tardando demasiado en aparecer y tuve que modificar ligeramente mi pesca para que sobre medio día comenzase la fiesta.
Tuve una primera picada, una picada muy lenta, cogí la caña y me pareció que estaba enganchada o que justamente el pez estaba encontrando refugio en una de las muchas rocas que tiene el fondo de este embalse. Mi respuesta de inmediato fué forzar para retirarla de ahí lo antes posible. Con esfuerzo iba acercando el pez a mi orilla y me daba cuenta de que esa sensación seguía y el pez no se movía en exceso, clara señal de que estaba arrastrando algo más que el pez, quizás algún tronco o rama. Al acercarlo más, no notaba esa rama o tronco que esperaba, nada estaba tocando la línea y me di cuenta de que traía el pez limpio, ahora mi idea cambió y podría ser que el pez viniese clavado del cuerpo ofreciendo así mucha más resistencia en el agua. pero cuando pude ver lo más mínimo en la orilla... Supe que nada de eso había pasado y para mi sorpresa tenía un gran pez para este embalse. tras ahora si, muchas idas y venidas por fin entró en la sacadera y vi que acababa de capturar uno de los escasos tesoros de Valmayor... Al pesarla así se confirmó dando un peso de 12,130kg. El día siguió y salieron más de una decena de peces de la media del lugar.
En final... nunca sabes cómo, ni cuándo ni dónde te esperan las sorpresas!